Presentación
Se trata de una farmacia literaria o liberbodega, en que las recetas sobrepasan el mero alivio de dolencias; buscan sosegar las inquietudes del que se acerca, dejándose envolver por ese clima de empatía, al que impele la conversación sobre libros, entre libros.
Nuestro lema “VIVE CUM MAGNANIMITATE” (vive no a lo grande, sino con grandeza); ex libris efectivo tras indagar por esas estanterías donde reposan, o por donde van pasando, esos libros –auténticas joyas– que se sospecha nadie ha leído.
Recuperando la charla amigable, se trata de un tiempo de felicidad, en conversación cálida, para encontrarse con esa lectura que a uno le está esperando, o que te dicen existe y te procuran por encargo.
Segovia lectora… luz de la Humanidad
Tras 33 años de docencia en Madrid, mi mujer y yo decidimos poner en marcha este proyecto. Nos encantó el slogan y la ciudad que vimos: los derredores del Acueducto, el Paseo de los Molinos, con su visión del Alcázar desde San Marcos, San Antonio el Real, el Barrio de los Caballeros, con sus palacios. A propósito, en uno de ellos se ubica nuestra librería de antiguo, que, con sus troneras y su matacán -perteneciente a la antiguo muralla del s. XII-, aspira a convertirse en una de las librerías de antiguo con más encanto de la ciudad, según nos comentan nuestros clientes y amigos.
Durante la Segunda República se gestó ese proyecto educativo español, inspirado en la Institución Libre de Enseñanza, las encomiables Misiones Pedagógicas (Alejandro Casona, María Zambrano, Carmen Conde, Cernuda y Lorca…), en tiempos en que la cultura era un lujo solo al alcance de las clases pudientes y ubicado en las ciudades. En la actualidad, la realidad quizás resulte parecida, debido a la falta de oportunidades. En el lapso de 5 años venimos prodigándonos por una docena de pueblos de la provincia, compartiendo lecturas, creando nuevos lectores. Muy de vez en cuando nos sorprendía el «milagro»: algún sabio del lugar acudiendo a por su libro (Juan Francisco Bruno, de Juarros; Amador, de Prádena, Isaías, de Otero; Santiago, de Ayllón -a este pueblo arribaron por vez primera las mencionadas M. P.; alguien me lo contó in situ-. En Cuéllar conocí a Mari Carmen Gómez Sacristán, ex concejala de Cultura y autora de una excelente biografía sobre Alfonsa de la Torre, que dejó huella por su labor encomiable (alguien llegó a contarme que había días en que resultaba imposible asistir a todo lo cultural, por coincidir diversos eventos. Y a media docena de jóvenes lectores (Jonathan y Alberto, Jaime, Fabio…), amigos para siempre. A Diego, de un pueblo próximo, Dehesa Mayor, que me vio, le pareció bien participara en las fiestas del pueblo, donde me acogieron con todo afecto.
El empeño pervive: bajo el epígrafe de Liberbodega Librería Viajera seguiremos disfrutando de pueblos amigos (también hemos pasado por Carbonero el Mayor, Sepúlveda, Navas de Oro y Nava de la Asunción, Villacastín, Torrecaballeros, La Losa, Trescasas, Otones de Benjumea, Moraleja de Coca, Turégano, Fuenterrebollo, Castillo de Castilnuovo, Cabañas de Polendos, Soto del Real -en Madrid-…), procurando sumar a la adquisición de libros el afán por catapultar el entusiasmo de los niños -y, sobre todo, de los jóvenes-, y la predisposición a hacer que el pensamiento sea libre y crítico, a través del fomento de hábitos lectores. Al fin y al cabo, este era el proyecto inicial que teníamos como docentes con gran vocación por la enseñanza.
El ex libris, VIVE CUM MAGNANIMITATE, propugna que el mundo cambia con el empeño de todos, con la voluntad de querer ser felices y hacer felices a los demás, con la búsqueda de una espiritualidad pura en una sociedad laica, admirando y haciendo homenajes a las personas valiosas y solidarias (tantísimas en el campo de las Ciencias, de las Artes y las Letras, del Deporte, etc).
Oferta Cultural
Nos hemos acercado a diferentes Ayuntamientos, desplegando, en la plaza del pueblo o donde se ubica el mercado semanal, toda una librería variada. Una vez superada la sorpresa inicial por lo pintoresco de la situación, en algunos lugares se han ido acostumbrando a nuestra presencia, mostrándonos, siempre, una excelente acogida. Nuestro propósito no era otro que dar salida a toneladas de libros extraídas, también, de nuestra Biblioteca personal que, como coleccionistas, llevábamos formando desde hace varias décadas; y lograr que prenda un germen cultural allá donde nosotros pudiéramos colaborar.
En Cuéllar venimos siendo presencia habitual tanto en la Feria del Libro, en la de Coleccionismo o en la fiesta de San Andrés. También acudí en agosto a la celebración del Sinodal de Aguilafuente. En Santa María la Real de Nieva, formamos parte del paisaje de la plaza todos los segundos domingos de cada mes durante un par de años; y en Otero de Herreros nos reciben con los brazos abiertos, sobre todo los del Centro de Jubilados Santos Justo y Pastor. Todos pueblos amigos; siempre gozosos y sorprendidos por gente amable que se nos acerca; felices conversando entre libros, de libros, de la vida.